Con más de 400 receptores, el olfato es uno de los sentidos más poderosos: advierte de peligros (olores conscientes) pero también es gracias a él ya los olores “subliminales” que nos hacemos una idea de una persona. que conocemos por primera vez…
El sistema límbico (el cerebro de la emoción), está conectado a los nervios olfativos. Como resultado, los olores y la memoria están estrechamente relacionados: ¡este es el principio detrás de la Magdalena de Proust! De ahí la importancia de oler un aceite esencial antes de usarlo, si su olor no te atrae, si te recuerda un pensamiento desagradable, elige otro!
Por su composición química, los aceites esenciales tienen el poder de transmitir información al cerebro (autoconfianza, motivación). Este mensaje estimulará una función diferente según las moléculas. Para simplificar, diremos que:
- los monoterpenos aumentan la fuerza moral e infunden coraje o confianza (limón, abeto, pino, etc)
- los sesquiterpenoles, dominan las emociones (sándalo, neroli, pachulí, etc)
- Las cumarinas son calmantes, sedantes y promueven la comunicación (lavanda, angélica, cítricos, etc)
- los éteres mitigan la emocionalidad (albahaca, etc)
- las ftalidas son afrodisíacas (angelicales, etc)
- los aldehídos terpénicos equilibran el sistema nervioso (limón, geranio, toronjil, etc)
- los diones desarrollan intuición y confianza (cedro, helicriso, vetiver, etc)
- los ésteres estimulan el buen humor y tienen efectos sedantes, antiespasmódicos, ansiolíticos o eufóricos (manzanilla, neroli, etc)
- los sesquiterpenes estimulan la positividad y calman el sistema nervioso (incienso, laurel, pachulí, etc)
¿Qué elegir?
Obviamente, tienes que elegir un aceite esencial que no esté rectificado para que contenga todas las moléculas y biológico para que no contenga ningún aporte químico que pueda distorsionar el mensaje que estás buscando!
Un aceite esencial contiene hasta 250 moléculas diferentes que le dan a cada una sus propias propiedades. Por tanto, la elección dependerá tanto del perfume (si no te gusta, no lo usas, por lo que no funciona) como de las propiedades. Aún tienes que saber escucharte a ti mismo y diferenciar las preocupaciones, pero ojo, los aceites esenciales no pueden reemplazar el seguimiento médico y debes consultar si los síntomas persisten:
- el estrés: crea tensión, la sensación de estar bajo presión, a menudo acompañada de dolores de cabeza, náuseas, fatiga
- la angustia: reflejada principalmente en el sentimiento de no afrontar
- la depresión: sentimientos de tristeza y fatiga, a menudo va acompañada de un sentimiento de tristeza o nerviosismo
- la ansiedad: sensación de ansiedad constante, a menudo acompañada de irritabilidad y problemas de concentración
- el nerviosismo: estado de irritabilidad y excitabilidad
- la fatiga nerviosa: a menudo relacionada con el exceso de trabajo
- los problemas del sueño: ¡son numerosos y muchas son sus causas físicas o mentales! Pero se refieren principalmente a la dificultad para conciliar el sueño, los despertares nocturnos o la mala calidad del sueño relacionados con la somnolencia diurna.
Obviamente, puede mezclar aceites esenciales para combinar sus propiedades. En este caso, no mezclaremos más de tres o nos apoyaremos en un libro de referencia, como el de Danièle Festy por ejemplo.
Propiedades de los aceites esenciales en nuestra mente y salud
- bergamota: calmante (agitación, ansiedad, depresión, estrés, fatiga nerviosa, insomnio, irritabilidad, nerviosismo, cambios de humor, etc.)
- limón: regulación del estado de ánimo, antifatiga (convalecencia, fatiga, lasitud, concentración)
- geranio rosa: equilibrio nervioso (fatiga, antojos)
- lavanda: calmante, antiespasmódico (estrés, insomnio, ansiedad, inquietud, concentración, palpitaciones)
- mandarina verde : calmante, ansiolítica y relajante (ansiedad, insomnio, nerviosismo, estrés)
- menta / bergamota : equilibrio nervioso, afrodisíaco (fatiga nerviosa, fatiga sexual)
- menta: tónico general (shock, fatiga)
- naranja: calmante, sedante (ansiedad, nerviosismo, insomnio)
- pomelo: equilibrante, relajante, sedante (convalecencia, estrés, insomnio, ansiedad)
- ravintsara: reequilibrio nervioso, tónico (convalecencia, astenia, fatiga nerviosa, estrés, insomnio, depresión)
¿Cómo utilizar?
Difusión: enciende tu difusor unos 30 o 60 minutos por día de acuerdo con las instrucciones de tu difusor.
En el baño: puedes diluir de 6 a 10 gotas de aceite esencial en una base neutra (champú, gel de ducha o jabón líquido) o diluirlo en la tina del baño: esta es una forma muy interesante de aprovechar todo el potencial de los aceites esenciales porque estimula tanto el sentido del olfato como la piel.
En masaje: es importante diluir siempre los aceites esenciales para no provocar quemaduras, y evitar el uso de aceites esenciales fotosensibilizantes (cítricos, angélica, etc.). Puedes preparar una pequeña mezcla para tus masajes: en una botella vacía y limpia de 10 ml o una botella de roll-on , mezcla un máximo de 15 gotas de aceite esencial y 9,5 ml de aceite de jojoba. Masajee el interior de las muñecas, las plantas de los pies, el plexo solar o la base de la columna.
Aplicación directa: el primer paso es simple, ponemos una gota de aceite esencial puro en el interior de las muñecas y masajeamos frotando las muñecas entre sí, luego respiramos profundamente tres veces, con los ojos cerrados y enfocados en el aroma. También se puede oler el aceite directamente “en la botella”, es decir con la nariz a una docena de centímetros de la botella.
Afuera de casa: Puedes empapar un pañuelo o un difusor de bolsillo con tu mezcla de aceites esenciales y olerlo cuando surja la necesidad. También útil en la mesita de noche, para problemas de sueño, para no molestar al otro.
CONTRAINDICACIONES
Cuidado, los aceites esenciales no pueden sustituir el seguimiento médico y es imprescindible consultar si persisten los síntomas.
Como ocurre con todos los productos, siempre existe el riesgo de alergia: es recomendable realizar una prueba en el pliegue del codo 24 horas antes de su uso en una zona más amplia. La difusión está sujeta a los mismos principios de precaución que para otros usos (pachulí y enfermedades hormono dependientes. Asimismo, algunos aceites esenciales no son aptos para difusión. Además, como principio de precaución, no se recomienda el uso de la mayoría de los aceites esenciales, tanto en masajes como en difusión, para niños menores de 3 años; Las mujeres embarazadas y en período de lactancia y las personas que padecen enfermedades crónicas (cáncer, hipertensión, etc.) deben consultar con un profesional sanitario antes de un uso diario prolongado.