La lavanda verdadera es una planta nativa del Mediterráneo, también conocida como: Lavandula angustifolia o Lavandula officinalis. El aceite esencial de lavanda se obtiene de la
destilación de su flor.
Las más antiguas civilizaciones ya utilizaban esta planta a través de distintos procedimientos para aprovechar sus multiples propiedades terapéuticas y su magnífica fragancia en perfumes y productos de cosmética.
Es un aceite versátil, tiene multiples usos y por ello hoy en día sigue siendo considerado como el rey de los aceites esenciales. De echo, la aromaterapia moderna se definió como tal gracias a este aceite, cuando un químico francés llamado Rene Maurice Gattefossé se quemó en su laboratorio y su primer instinto fue meter su mano en un recipiente lleno de aceite de lavanda, su proceso de cicatrización fue tan sorprendente que desde ese momento empezó a dedicar su vida al estudio terapéutico de los aceites esenciales.